El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes. Tanto los hombres como las mujeres pueden contraer ese microorganismo y desarrollar los síntomas de las cepas 6 y 11. Esos cuadros se desarrollan como crecimientos anormales de pequeños bultos en los genitales y otras partes del cuerpo. En esos casos el láser de verrugas genitales es una de las opciones que existen para eliminarlos.
Ese método de tratamiento debe ser recomendado y aplicado por un profesional médico. El tiempo de recuperación es más corto que el de otros procedimientos que sirven al mismo propósito. No obstante, el paciente deberá tomar algunos días de descanso hasta recuperarse lo suficiente para volver a su rutina normal.
En cuanto a la anestesia, su uso siempre es necesario. Aunque, en algunos casos se puede hacer uso de un anestésico local y en los casos más graves se debe dormir al paciente. La efectividad del tratamiento láser de verrugas genitales se estima entre el 23 al 52% de los casos.
Ese tipo de lesiones se caracterizan por su forma de coliflor que suelen ser del color de la piel. En algunas ocasiones esas elevaciones tienen una forma aplanada, como una meseta y también se pueden encontrar agrupadas. En muchos casos no se llegan a presentar más síntomas que una intensa picazón y algo de dolor.
Para diagnosticar esa patología se debe acudir con el ginecólogo en el caso de las mujeres y con el urólogo en caso que el paciente sea varón. Los profesionales médicos realizan una revisión visual para observar el detalle de las lesiones.
En muchas ocasiones eso es suficiente para determinar si se tienen verrugas causadas por el VPH. Aunque, en algunos casos puede ser necesario someterse a una biopsia. Una vez que esté confirmado el diagnóstico el médico sugerirá un tratamiento.
Inicialmente, es probable que se receten cremas o geles para aliviar los síntomas. Si eso no funciona se puede recurrir al láser de verrugas genitales o algún otro tratamiento que debe ser administrado por un especialista. Eso lo determina el médico de cabecera de cada paciente de acuerdo al cuadro clínico que se presente.
A pesar de realizar este procedimiento de manera óptima, existen las posibilidades que se produzca un rebrote. Se estima que entre el 66 al 70% de los casos pueden aparecer nuevas verrugas. Eso se debe a que la cepa del Virus del Papiloma Humano continúa activa en el cuerpo del paciente. Eso también ocurre cuando se usan otros métodos de remoción.
Este es un procedimiento que se puede realizar con bastante rapidez. Los equipos láser de CO2 proyectan un haz de luz infrarroja que vaporiza el tejido infectado. Esa tecnología es muy precisa, porque se puede controlar la profundidad del rayo, así como su intensidad.
Una de las ventajas de este tipo de terapia es que se no se daña el tejido profundo ni adyacente a la lesión. Es por eso que, se logra que las heridas sanen rápidamente y haya pocas probabilidades que se formen cicatrices. No obstante, no se puede evitar que se sienta algo de irritación y dolor en la zona tratada.
La terapia con láser de verrugas genitales se recomienda en el caso que los crecimientos tengan un gran tamaño. Asimismo, se usa este método cuando la zona donde se encuentra la verruga es de difícil acceso. Eso suele suceder cuando se debe tratar el interior del año o la uretra, tanto en hombre como en mujeres.
Este tratamiento también se debe aplicar en mujeres embarazadas que no muestran cura con el ácido tricloroacético (ATA). Eso es necesario porque el bebé puede ser contagiado con VPH al nacer si entra en contacto con las verrugas de la madre.
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(Fuente: Geosalud.com)
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