- 60 Años de Experiencia
- DIRECCIÓN: Av. Conquistadores 145 - San Isidro
- TELÉFONOS (01) 4414971 / (01) 4215551
¿Qué debo hacer si noto que mi hijo camina con los pies hacia adentro? ¿Debería preocuparme por esto? Podología en San Isidro, te lo cuenta todo. Es uno de los momentos más esperados por padres y madres: el inicio de los primeros pasos del niño. Sin duda, es un momento emocionante. Sin embargo, al observar que camina con los pies hacia adentro, surge la preocupación y la percepción de que algo no está del todo bien, que no es una marcha natural. Si notas que tu hijo presenta este tipo de caminata, ¿deberías preocuparte? ¿Sería conveniente consultar a un podólogo especializado en podología infantil?
Para aclarar estas dudas, es recomendable buscar asesoramiento profesional. En este sentido, Edwards Podólogos, una clínica especializada en la eliminación de hongos de uñas en San Isidro, está aquí para exponer y explicar esta condición que podría estar afectando a tu hijo. Esperamos que esta información te sea útil y, si notas alguno de estos signos en tu pequeño, te animamos a que te pongas en contacto con nuestra clínica para recibir la atención adecuada. No dudes en comunicarte con nosotros al número (01) 4414971 / (01) 4215551 o visitarnos en Av. Conquistadores 145 – San Isidro.
En esta situación, los pies presentan una curvatura hacia adentro desde el nacimiento, debido a la posición del bebé en el útero materno. Por lo general, esta condición se resuelve por sí sola durante los primeros meses de vida, específicamente entre los 4 y 6 meses. Aunque el niño aún no haya comenzado a caminar, es posible observar que las puntas de sus pies están hacia adentro cuando está en reposo.
Por ejemplo, si han transcurrido seis meses y la curvatura del pie es notablemente pronunciada, sería recomendable consultar a un especialista. En algunos casos, pueden ser necesarias intervenciones específicas para corregir la deformidad y promover un desarrollo saludable de los pies. Es importante abordar esta situación a tiempo para evitar complicaciones futuras y garantizar el bienestar del niño en su crecimiento y desarrollo.
Si un niño continúa caminando con los pies hacia adentro después de los dos años de edad, es posible que estemos ante una torsión de tibia interna, una condición en la que hay una deformación en la tibia. Aunque este problema tiende a mejorar por sí solo y no suele requerir tratamiento, es importante estar atentos a su evolución. Basándonos en nuestra experiencia, observamos que esta torsión suele corregirse naturalmente durante la etapa escolar.
Por ejemplo, si la torsión de tibia interna persiste más allá de los primeros años de vida y afecta significativamente la marcha del niño o causa molestias, es aconsejable buscar la opinión de un especialista para evaluar si es necesaria alguna intervención específica. En algunos casos, pueden recomendarse ejercicios de fortalecimiento muscular o dispositivos ortopédicos para facilitar el proceso de corrección y garantizar un desarrollo saludable de los pies y las piernas.
Es común encontrar esta condición en niños de entre 3 y 10 años, siendo una de las causas más probables. Se trata de una deformación del fémur que provoca que tanto las rodillas como los pies “apunten” hacia adentro. Aunque este problema tiende a corregirse naturalmente, puede llevar alrededor de diez años para que se solucione por completo.
Por ejemplo, si la deformación del fémur persiste más allá de la infancia y afecta significativamente la marcha o causa molestias, puede ser recomendable consultar a un especialista en podología. En algunos casos, se puede considerar la opción de una intervención quirúrgica para corregir la deformidad y garantizar un desarrollo saludable de las extremidades.
Como se mencionó anteriormente, la tendencia de caminar con los pies hacia adentro tiende a corregirse naturalmente en la mayoría de los casos, sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, si persiste más allá del período esperado para la autocorrección, pueden surgir complicaciones.
Estas incluyen dificultades para correr o tropiezos frecuentes, ya que la coordinación puede verse afectada, lo que aumenta el riesgo de caídas. Además, el desgaste irregular del calzado puede indicar una marcha desequilibrada, y es importante considerar posibles problemas de autoestima, ya que el niño puede notar que camina de manera diferente a los demás, lo que podría afectar su confianza.
A pesar de ello, las estadísticas muestran que solo alrededor del 1% de los casos de esta condición persisten hasta la adultez, y en raras ocasiones se requiere cirugía. Sin embargo, se recomienda buscar la evaluación de un especialista para descartar cualquier problema futuro y recibir la orientación adecuada.
Por otro lado, si el problema persiste sin tratamiento, pueden surgir complicaciones adicionales. Estas pueden incluir dolor crónico o molestias en la edad adulta, aunque esto es poco común. También puede haber limitaciones en la actividad física, ya que los niños pueden tener dificultades para participar en ciertos deportes o actividades. Además, podrían desarrollarse problemas posturales que afecten la salud musculoesquelética a largo plazo.
Para aclarar estas dudas, es recomendable buscar asesoramiento profesional. En este sentido, Edwards Podólogos, una clínica especializada tratamiento laser de hongos en los pies , está aquí para exponer y explicar esta condición que podría estar afectando a tu hijo. Esperamos que esta información te sea útil y, si notas alguno de estos signos en tu pequeño, te animamos a que te pongas en contacto con nuestra clínica para recibir la atención adecuada. No dudes en comunicarte con nosotros al número (01) 4414971 / (01) 4215551 o visitarnos en Av. Conquistadores 145 – San Isidro.