Muchas personas padecen de esta enfermedad común conocida como callos en los pies. Con frecuencia son incómodos y pueden hacer que caminar o usar zapatos realmente una pesadilla. Sin embargo, es posible tratar y prevenir los callos en los pies con el cuidado adecuado de los pies y la atención podológica.
En este artículo, Edwards podólogo, te brindará información detallada sobre qué son los callos, cómo tratarlos eficazmente y cómo prevenir su aparición. ¡Sigue leyendo para conocer algunos consejos útiles sobre cómo cuidar tus pies!
En los pies, los callos son parches de piel engrosada que se desarrollan debido a la presión y fricción constantes en un área particular. Tienen lugar cuando la piel intenta defenderse de una presión excesiva o de una fricción constante, lo que provoca una acumulación de células muertas en la epidermis, la capa más externa de la piel.
Esta acumulación de células muertas, conocida médicamente como hiperqueratosis, puede dar lugar a una capa de piel gruesa, dura, amarillenta o grisácea. Los dedos de los pies, las plantas, los talones o los lados de los pies son sólo algunas de las partes del pie que pueden desarrollar callos. Su tamaño y forma pueden variar, y presionarlos o tocarlos puede resultar doloroso.
La gente suele confundir el término callo con el término dureza. La principal diferencia entre los callos y las callosidades es cómo se forman en la piel. Los callos aparecen más superficialmente, cubren áreas más grandes de piel y, a menudo, son asintomáticos.
Debido a su ubicación y a la presión que ejercen sobre los nervios que se encuentran debajo, los callos son más profundos, más especializados y, por lo general, dolorosos.
Dependiendo de la gravedad y la ubicación del callo, se pueden adoptar diferentes enfoques para tratarlo. Para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado, es fundamental visitar a un podólogo. Los callos de los pies se tratan frecuentemente con los siguientes métodos:
Para suavizar los callos y facilitar su eliminación, puedes remojar los pies en agua tibia con sal o utilizar productos suavizantes para los pies.
Los callos se pueden hacer más cómodos aplicando almohadillas o protectores para reducir la presión y la fricción.
Los callos se pueden reducir de tamaño y la piel afectada puede volverse más suave usando una piedra pómez o una lima para exfoliar suavemente el área.
Elegir calzado con más espacio y menos fricción en los pies puede ayudar a detener el desarrollo de nuevos callos.
Pueden ayudar a reducir el tamaño y suavizar los callos.
Es posible redistribuir la presión sobre los pies y disminuir la carga en las áreas que son vulnerables al desarrollo de callos mediante el uso de plantillas o inserciones ortopédicas en los zapatos. Para obtener más información sobre las plantillas, visite este sitio web.
Hay que evitar los callos si quieres mantener la salud de tus pies y frenar el crecimiento de estas molestias. A continuación, se ofrecen algunos consejos para prevenir los callos en los pies.
Use zapatos que sean del tamaño correcto y que le queden bien. Los callos pueden desarrollarse como resultado de una presión excesiva ejercida sobre los dedos y la planta del pie por zapatos con puntera estrecha o demasiado apretada. Para disminuir la presión y la fricción en los pies, elija zapatos con espacio para los dedos y suelas acolchadas.
Para evitar el desarrollo de callos, las uñas de los pies deben recortarse adecuadamente. Si te cortas las uñas demasiado cortas o redondeas las esquinas, la piel que las rodea puede volverse gruesa y desarrollar callos. En lugar de eso, mantenlos rectos.
Puede ayudar a prevenir el desarrollo de callos. Las plantillas ortopédicas pueden solucionar problemas con la alineación de los pies y la distribución del peso, lo que alivia la presión en los puntos de contacto con la piel y previene la acumulación de células muertas.
El desarrollo de callos puede verse facilitado por una fricción excesiva en el pie. Para reducir la fricción del pie, especialmente durante deportes o caminatas largas, use calcetines de algodón u otros materiales transpirables.
Considere usar protectores o almohadillas especializados para disminuir la presión y la fricción en cualquier área de sus pies que sea particularmente propensa al desarrollo de callos, como los dedos o las plantas de los pies.