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¿Has notado cambios extraños en tus uñas últimamente? A veces, las uñas muestran cambios preocupantes. De hecho, la aparición de una uña con un aspecto blanquecino, levantada, engrosada (hiperqueratosis) o con descamación o enrojecimiento en la zona circundante debería alertarnos, ya que podrían ser señales de la presencia de hongos en las uñas. Estos son los síntomas y signos más reconocibles, según explican en Edwards Podólogos, especialistas en tratamiento láser de hongos en las uñas en Magdalena. ¿Te has percatado de alguna alteración en tus uñas recientemente? ¡Presta atención a esta información!
La onicomicosis es una infección de las uñas causada por hongos que pueden crecer alrededor o dentro de la uña. Estos hongos tienden a prosperar en tejidos como las uñas, el cabello o las capas cutáneas externas debido a su composición. La humedad y las condiciones ambientales a las que están expuestas hacen que las uñas de los pies sean más susceptibles a esta infección, así como también las prácticas de higiene influyen.
Quienes tienen lesiones en la piel o en las uñas, sufren de alguna enfermedad en las uñas, mantienen la humedad en los pies o las manos durante períodos prolongados, tienen problemas en el sistema inmunológico o usan calzado que no permite la adecuada ventilación de la piel, tienen un mayor riesgo de adquirir hongos en las uñas. Además, ciertos hábitos de higiene también pueden aumentar las posibilidades de contraer esta infección, ya que es altamente contagiosa.
Los síntomas de una posible infección por hongos son bastante evidentes, ya que afectan principalmente la estética de la uña. ¿Has experimentado fragilidad, cambio de color, desmoronamiento, pérdida de brillo, engrosamiento, franjas amarillas o uñas levantadas? Estos son algunos de los signos más comunes.
La naturaleza contagiosa de esta enfermedad la convierte en algo fácil de adquirir, especialmente en lugares públicos o compartidos como piscinas o baños. Además, la falta de esterilización de herramientas de manicura o el compartir cortaúñas con personas infectadas aumenta significativamente el riesgo de contagio.
Por ejemplo, María notó que sus uñas se volvían amarillentas y más gruesas de lo habitual. Después de consultar a su médico, confirmó que tenía una infección por hongos en las uñas. Siguiendo las recomendaciones médicas y adoptando hábitos de cuidado adecuados, pudo tratar efectivamente la infección y restaurar la salud de sus uñas.
Una vez adquirida la infección, lo mejor es buscar atención médica para encontrar el tratamiento más adecuado. Además, se recomienda incorporar dos lavados adicionales a la rutina de limpieza diaria de las manos o los pies afectados, así como acudir regularmente a la manicura. Evitar productos como esmaltes o uñas postizas, airear el área afectada tanto como sea posible (especialmente si se trata de los pies) y seguir las instrucciones del médico son pasos adicionales para combatir la infección.
Las consecuencias pueden variar según los antecedentes de salud de cada individuo. Sin embargo, dado que esta afección suele pasar desapercibida hasta que los síntomas son evidentes, muchas personas no le prestan la debida atención hasta que es demasiado tarde.
En personas sin problemas de salud previos, los hongos pueden continuar desarrollándose, alterando el aspecto de la uña y volviéndola notablemente frágil. Además, pueden causar dolor en el dedo afectado, enrojecimiento e incluso la aparición de pus.
Por otro lado, en individuos con enfermedades como diabetes o trastornos inmunológicos como la leucemia o el VIH/SIDA, la presencia de hongos en la uña puede conducir a complicaciones más graves, incluidas infecciones que se extienden desde la extremidad afectada.
En casos extremos, si la infección no se trata adecuadamente, puede llegar a ser extremadamente dolorosa, alterar la marcha y aumentar el riesgo de otras infecciones. En algunas situaciones, incluso puede requerir la extirpación quirúrgica de la uña. Por eso, siempre se recomienda buscar atención médica ante cualquier señal de deterioro en la salud, incluso si parece algo tan aparentemente inofensivo como los hongos en las uñas.
Por ejemplo, Juan, un paciente diabético, ignoró durante mucho tiempo los hongos en sus uñas. Con el tiempo, la infección se complicó y causó una dolorosa inflamación en el dedo afectado. Esto le dificultaba caminar y, eventualmente, requirió una cirugía para solucionar el problema. Si hubiera buscado tratamiento de manera oportuna, podría haber evitado este escenario.
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