Los pies cumplen un rol muy importante en la estructura de cuerpo humano. Ya que son ellos, los que se encargan de soportar el peso corporal durante las 24 horas del día. Además gracias a ellos podemos desplazarnos sin problemas, ya que además de brindar movimiento permite equilibrar nuestra peso corporal y con nuestra pisa, es por ello que, el desplazamiento se realiza sin problema.
Como todos sabemos, el pie plano es una patología que se determina cuando la bóveda plantar tiene un altura menor a la de un pie normal. Y esto nace a partir de la caída del arco cuando está parte se hace más notable provocando que se produzca una anchura considerable de la zona media del pie.
Este problema suele ir acompañado de dolor, pero con un buen tratamiento se puede hacer vida normal. Por supuesto, es necesario acudir a un podólogo, quien te indicará qué tipo de pie plano tienes y qué tratamiento es mejor para ti.
Una vez diagnosticada esta afección se deben utilizar plantillas planas, pero primero es necesario determinar su intensidad o extensión y monitorear su evolución. Dependiendo de la magnitud encontrada, podemos encontrar cuatro grados:
Es una condición en la que el pie no es plano ni normal. Cuando está en reposo, parece ser un pie típico, pero cuando se aplica peso, se puede ver que el arco se aplana.
Esto ocurre cuando hay pies planos y los talones se desvían hacia un lado. El término para esto es valgo del retropié. Además de transferir la carga al mediopié, también se caracteriza por un arco rebajado.
Debido a la sobrecarga en la primera cuña y el primer metatarsiano que presenta este miembro, además de intensificar el aplanamiento, este grado ilustra un empeoramiento del anterior. En consecuencia, esta cualidad exhibe la distintiva eversión del antepié.
Este último nivel representa la afección más grave que verá con daño articular evidente. Además de añadir deformidades de grado tres, también existe una relación anormal entre el astrágalo y el escafoides. A esto se suma el fortalecimiento en valgo, que puede acortar el tendón de Aquiles. Si la condición se vuelve rígida, será imposible corregirla manualmente.
Corregir la deformidad es el objetivo principal para que el pie vuelva a su posición normal. Para ello, primero es necesario sopesar los distintos factores para seleccionar el mejor tratamiento de acción. Entre ellos se incluyen los síntomas de la afección (que hacen referencia a las molestias que provoca) y el grado de pie plano (que oscila entre 1 y 4, como se mencionó en el punto anterior). La obesidad es otra consideración crucial, ya que en ocasiones puede ser la causa fundamental de la patología.
Para el tratamiento de esta patología se utilizan frecuentemente plantillas ortopédicas. Estos deben insertarse dentro del zapato y darle al pie la forma adecuada. La plantilla permite que el pie imite la anatomía normal cuando está bajo carga. Básicamente, la plantilla te permite elevar el arco de la planta del pie. Utilizando un suplemento con su punto más alto ubicado cerca de la articulación talonavicular, imita la forma de un arco.
Hoy en día, estos modelos se utilizan en muchas situaciones desde primero hasta cuarto grado. De hecho, en las personas que empiezan a desarrollar esta deformidad, las plantillas de zapatos actúan como método de prevención. Las plantillas tienen más ventajas que el calzado correctivo porque se personalizan para cada paciente y se fabrican para adaptarse a su caso único en lugar de ser modelos estándar. También funcionan con cualquier zapato que lo permita.
El objetivo principal de las plantillas es aliviar los puntos o zonas donde el pie más sufre y, como resultado, produce una mayor sensación de dolor, para los pacientes que padecen esta patología de forma incurable. En estas situaciones se administra un tratamiento paliativo y sintomático que ofrecemos en nuestra clínica de salud de servicio completo y que disminuye tanto el dolor como la sensación de agotamiento.
Tenga en cuenta que la deformidad del pie plano puede volverse irreparable si no se trata durante un período prolongado. Esto sólo ayudará a disminuir las molestias y el dolor durante el tratamiento de los pies planos. Por ello, es fundamental que acudas al podólogo en cuanto notes alguna anomalía y comiences el tratamiento.
Si sufres de lesión en los pies, puedes contactarte con el centro Edwards Podólogos donde contamos con podólogos en Lima, un equipo de profesionales altamente capacitados que te brindaran el mejor servicio que tu te mereces. ¡No esperes más! y contáctanos llamando al (01) 4414971 / 925664643.